¿Qué podemos hacer cuando detectamos un equipo quemado?

Frecuentemente hablamos con responsables de recursos humano o gestión de personas que nos cuentan que se están encontrando cada vez más, con algunas personas que muestran comportamientos complicados de manejar por sus responsables o que están afectando a la vida normal de los equipos en los que trabajan. Oímos hablar de bajas frecuentes por estrés, dolores de cabeza, insomnio, dificultades para concentrarse e, incluso, comportamientos agresivos (casi siempre verbalmente).

Cada vez que aparece alguna de estas palabras nos preguntamos acerca de qué será lo que estarán viviendo las personas en esos equipos. No sabemos la respuesta hasta que podemos estar y hablar con la totalidad de sus integrantes, pero casi siempre nos encontramos con equipos «quemados».

Este tema de los equipos «quemados» es complejo y no suele tener una única causa, pero sí que es frecuente encontrar varios de los síntomas que contamos antes y algunos otros relacionados con la falta de realización personal, bajo rendimiento individual y/ colectivo, etc.

Cinco claves-preguntas que te puedes hacer para solucionar los problemas de un equipo «quemado»

Te ofrecemos cinco claves-preguntas que puedes llevar a cabo hoy mismo para poner la primera piedra sobre la que asentar un equipo que puede resurgir como el ave Fénix:

¿Cómo se cultiva en ese equipo la seguridad psicológica?

Google ha encontrado entre sus equipos que este es uno de los factores clave en una dinámica de equipo productiva, que promueve la innovación y que asegura el bienestar de las personas. Consiste en la experiencia de que las personas puedan expresar sus opiniones, hacer preguntas o comunicar errores sin miedo a ser castigados o humillados por ello. Plantean desde Google que el ambiente de trabajo debe ser desafiante, no amenazante.

¿Cuáles son los temas y entre quiénes suelen darse la mayor parte de las tensiones del día a día?

Se ha observado que la no gestión de las tensiones entre personas por diferentes puntos de vista, expectativas diferentes o necesidades contrapuestas desgastan y distraen mucha de la energía de que disponen las personas para focalizarse en la consecución de resultados. Temas que se repiten o personas que, antes de entrar a la reunión, ya sabemos que nos van a generar dificultades son un claro síntoma de estos conflictos y que llega la hora de afrontarlos.

¿De qué no se habla en este equipo y debiera hablarse?

Los silencios son uno de los indicadores más reveladores de las dinámicas internas de un equipo. Solemos hablar de los puntos del orden del día, de los datos, a veces, hasta de cómo estamos pero si observamos detenidamente podemos ver que hay temas que son importantes para las personas y para la forma en la que hacemos las cosas pero que nunca nos atrevemos a poner encima de la mesa. Chris Argyris lo llama rutinas defensivas del callar. Identificar estas rutinas nos ayudará a resolver algunas de las fuentes de malestar que «queman» nuestro equipo.

¿Cuál es catálogo de emociones que se permiten en este equipo?

Barbara Rosenwein, historiadora estadounidense acuñó el concepto de comunidad emocional. Un grupo humano que comparte un conjunto de normas y una idea común sobre las emociones que están permitidas y las que no lo están. Todo equipo va elaborando, más o menos inconscientemente, un catálogo de lo que se puede expresar y lo que no. Trabajamos sobre el qué deberíamos sentir a la hora de realizar nuestro trabajo pero perdemos de vista aquello que las personas realmente sentimos y nos lleva a actuar de la forma en que lo hacemos. Ampliar el repertorio emocional de lo que es posible expresar en el equipo aumenta la sensación coherencia personal y permite mejorar la identificación con el propósito del equipo.

¿Qué hacen las personas para coordinarse en el equipo?

Damos por supuesto que por el hecho de trabajar juntos la coordinación viene dada, sin darnos cuenta de que tiene su propia técnica. ¿Cómo se dan las peticiones u ofertas de ayuda o colaboración? ¿Se dan negociaciones y cómo se hacen? ¿Qué pasa mientras se están ejecutando los trabajos o encargos? ¿Revisamos o notificamos algo cuando entregamos el resultado de nuestro trabajo? Estas preguntas nos ponen sobre la pista de como de efectiva es la coordinación dentro y fuera de este equipo. Una coordinación que satisfaga es posible incluso cuando se dan cancelaciones, negativas o incumplimientos si sabemos cómo hacerlo. En ello nos va eliminar muchas de las causas de que un equipo esté «quemado».

¿Cuéntanos si lo has aplicado y cómo te ha ido?

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