En tiempos de incertidumbre
En estos momentos de incertidumbre en los que muchas organizaciones estamos dejando atrás algunas maneras de hacer tenemos en nuestras manos una oportunidad para reinventarnos. La forma en la que nos relacionamos con nuestros proveedores, la mirada que tenemos hacia la economía global, el trato a nuestros clientes, el reenfoque de nuestro propósito, todo es susceptible de ser cambiado desde la perspectiva que nos está dejando esta pandemia.
A veces la corriente de la competitividad, la presión por obtener beneficios y ganar cuotas de mercado nos lleva a la imposibilidad de parar y reflexionar acerca de la forma en la que realmente nos gustaría hacer las cosas.
Hoy podemos decir que hemos tenido que parar. Para lo bueno y para lo malo.
Consideramos que es una oportunidad de oro para reinventarnos, ya sea por estrategia o por pura necesidad; de redefinir nuestro propósito con los aprendizajes que este tiempo de confinamiento, en el que han surgido nuevas necesidades y perspectivas olvidadas, nos ha traído. También cabe la posibilidad de reconstruirnos desde unas claves diferentes.
Nos gusta enfocar nuestra actividad económica pensando en dejar un legado diferente a las generaciones futuras. Apostando por el progreso económico y también social. Cuidando el planeta, promoviendo una economía que tenga en cuenta lo local, lo cercano. Una economía social y solidaria. Que hable del reparto de los beneficios con claves sociales, reinvirtiendo en el propio bienestar de las personas de la organización.
Teniendo en cuenta que todos formamos parte de diferentes sistemas que están interrelacionados y en vez de mirar al otro en clave de amenaza tendamos puentes para construir sistemas sólidos de intercambio de experiencias, aprendizajes y conocimientos que nos permitan crecer de manera sostenible e igualitaria.
Creemos alternativas de futuro que tengan un impacto en el bienestar de toda la población. Que podamos tener una mirada global y un impacto local.
Ojalá podamos construir desarrollo económico que no sólo se mida por el PIB de un país, sino que tenga en cuenta otras variables que nos permitan descubrir que estamos en un modelo regenerativo, sostenible, integral y trascendente.