Sentirse parte de una organización, es sentir.
Sentirse parte de una organización, es sentir.
Formar parte de una organización trae consigo algo más que la aceptación de las reglas de
juego de la empresa en la que se está trabajando. Cuando hablamos de sentirnos parte de una
organización o equipo no estamos hablando de que exista una entrega en cuerpo y alma las veinticuatro
horas del día. Estamos hablando de mirarnos a los ojos, dejarnos sentir y comprender que
estamos en el mismo barco, de compromiso con el proyecto, de sentir que entre todas las
personas podemos defender lo nuestro y mostrarlo al mundo.
Cuidar lo que nos pertenece, cuidar las relaciones, cuidar los proyectos que tenemos entre manos es poner la intención y
la atención en el cuidado de lo que compartimos, de lo que nos hace pertenecer. También es
poner límites hacia lo que pueda amenazar lo que tenemos, es una forma de cuidado y
protección tener claridad para saber dejar entrar a las personas o proyectos que sean claves y
poner límites a lo que nos saque o despiste del propósito común.
Saber, sentir y confiar que independientemente del equipo al que pertenezcamos todas las personas remamos hacia el
objetivo común de la organización o equipo.