LA “NUEVA NORMALIDAD” NOS LLEVA A NUEVOS APRENDIZAJES
“El verdadero viaje del aprendizaje no consiste en buscar nuevos paisajes sino en mirar con nuevos ojos”. Marcel Proust
Este concepto que estamos todos acuñando sobre la “nueva normalidad” nos está llevando a muchas personas a tener que redescubrirnos para reinventarnos. Todo un desafío. Como decíamos en el anterior artículo, poner el foco y la energía en aquello que quiero, que me motiva, que me conecta con la vida.
En este espacio de la reinvención se abre ante cada uno de nosotros y nosotras todo un abanico de posibilidades. En algunos casos solo tenemos que mirar hacia nuestro interior para permitir que fluya nuestra sabiduría interior desde donde brotarán nuevas y bonitas ideas y proyectos de manera saludable, ecológica y natural.
Otras veces seguro que necesitamos conectarnos con otras personas para que en el encuentro, en la mirada cómplice, en la risa abierta surjan nuevos proyectos que darán repuesta a las nuevas necesidades que nos van surgiendo como seres humanos y como organizaciones que siguen caminando en este mundo de incertidumbre.
En ambos casos brota con fuerza el termino de “aprendizaje”; necesitamos aprender a hacerlo de otra manera, necesitamos aprender para llegar a nuestros colaboradores, necesitamos aprender para dar respuesta a las necesidades que plantean los clientes, necesitamos aprender a escuchar a la naturaleza que con tanta fuerza nos está hablando.
Sobre los procesos de aprendizaje podemos estar reflexionando en relación a muchas variables: formas de aprender, enseñanza-aprendizaje, tiempos necesarios, el papel de nuestro cerebro en estos procesos, desaprender lo viejo para abrirnos a lo nuevo, las competencias a adquirir, las emociones que nos abren a descubrir algo nuevo ….
El aprendizaje, de manera muy natural, nos lleva a la conexión con diferentes emociones. Surge el miedo a dudar sobre mi capacidad de asimilar conceptos y técnicas nuevas; la inseguridad porque no sé de todo y me muestro limitada como persona; la vulnerabilidad ante lo nuevo y desconocido que está fuera de mi control; la impaciencia por querer aprender en poco tiempo muchos conceptos y contenidos; la arrogancia del que todo lo sabe y no necesita aprender nada nuevo; la curiosidad sobre lo que me deparará este nuevo proceso; la impotencia por creer que no voy a poder aprender mas cosas nuevas; la alegría por las posibilidades nuevas que se abren ante mi…..
Entre todas estas emociones y otras mas que nos pueden surgir, queremos destacar una que nos parece de suma importancia para ser líder y es la HUMILDAD. En muchas ocasiones aludimos a la humildad como rasgo clave en una persona que quiera asumir un rol de liderazgo, pero en este caso también es de gran importancia para abrirnos a una experiencia de aprendizaje. La humildad de saber que soy una persona limitada, de reconocerme como un ser inacabado, que necesito de otros para aprender, para vivir nuevas experiencias, para incorporar nuevos conceptos, en definitiva un aprendizaje que me permita adquirir nuevos hábitos, conductas, comportamientos que me ayuden a seguir construyéndome y creciendo como persona.